El caminante que con sus pies cansados olvida el dolor en el silencio de la mañana, sabe que tantas jornadas acumuladas en sus fatigadas piernas, no hacen sino multiplicar su excitación mental y espiritual, pero no sabe a ciencia cierta hasta donde y hasta cuando podrá aguantar. Hasta que límite será capaz de sostener su viaje en la "armonía afinada" de su instrumento: su cuerpo, y sabe, que solo de su interior es posible que nazca la fuerza para llegar hasta el final de su camino.
Saliendo de "orison" |
El principio y el final de un camino está predestinado, pero siempre es posible alterar o modular esa suerte, y es ahí donde, si ves y escuchas las señales que van directas a tu interior, te pueden ayudar a reconocer, si sabes buscar dentro de ti, el sentido de tu viaje.
Cuando uno va por primera vez al Camino de Santiago, encuentra algo fuera de lo común, inesperado e insólito, capaz de abrir una puerta que, una vez abierta, ya nunca se cerrará. Un millón de fuerzas milenarias procedentes de los espíritus de miles de caminantes de todos los tiempos, en tus mismas circunstancias, se agolpan en tu corazón que junto con la luz del tardecer en aquellos parajes, te inspiran solamente ideas positivas de grandeza.
Cruzando el pirineo Francés |
Peticiones ruegos deseos o suplicas |
Pero no te engañes si no estás preparado físicamente es mejor que te lo pienses 2 veces porque el propio camino podría frenar tu impulso... inicial.
Me encanto tu publicación de un camino tan emblemático para la humanidad. Gracias y un gran saludo.
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