Camino de santiago. Un nuevo destino te espera

Iniciar un nuevo camino a Santiago


Es la idea de millones de personas en todo el mundo. Cada año preparamos nuestros pies, compramos lo necesario en un gran centro comercial, calculamos el peso de nuestra mochila y con esa ilusión del que se enfrenta a algo muy grande, iniciamos entonces y desde ese momento nuestra andadura, en busca de algo más..., en busca de algo superior que nos demuestre lo importante que es el orden natural en nuestras vidas, que con nuestra fuerza de voluntad seremos capaces de sobreponernos y "no ser expulsados por el camino..."

La mayoría de nosotros no nos planteamos, nada esotérico, incluso nada espiritual cuando iniciamos nuestro primer camino, aunque es el propio camino el que con sus miles de años de existencia, y su gran sabiduría, nos muestra su visión y su energía, y es posible que hasta ciertos sucesos o casualidades especiales, nos transporten a un plano de consciencia de superior.

Energía, si, hace falta mucha energía, pero lejos de una disciplina meramente deportiva, o esa nueva forma de turismo llamado "Turigino", existe también un gran caudal de emociones de todos los tipos. Quizás las personas que durante miles de años, recorren el camino a Santiago, descubren su sitio en el mundo, y entienden que el mundo puede llegar a ser mejor..., que si hemos sido capaces de superarnos, también seremos capaces de hacer que las cosas vayan a mejor.


No es la primera vez, y espero que no sea la última, que un ferviente deseo se hace realidad tras una peregrinación. No me preguntéis como ni porqué pero así suele suceder. Nunca he creído en los milagros pero, pero aquí ocurre algo especial. Existe una poderosa energía, me atrevería a decir mágica y telúrica que involucra a muchos, para lograr su "buen combate" (del libro "El peregrino de Compostela de  Paulo Coello), con el que el hombre se encara a lo que de verdad quiere hacer en la vida y en el mundo.

Diversas formas de ascetismo religioso:

Antes que nada quisiera reflexionar sobre el efecto que la práctica ascética causa en los seres Humanos. Ese profundo estado espiritual, que muchas personas logran en sus vidas, a través de la oración, la plegaria, los sonidos envolventes y repetitivos tipo mantra, las emociones, la música religiosa, etc. nos acercaría a Dios. Ocurre por todo el mundo, y en muy diversas religiones. Según Ramiro Calle, el ascetismo y el sufrimiento prolongado, pueden elevar al hombre en el aspecto espiritual para su unión con Dios. Las genuflexiones, las alabanzas arrodillados de los musulmanes, el peregrinaje, el ayuno cristiano, musulmán o de los yoguis, son las típicas prácticas ascéticas para conseguir la unión con Dios.
 Existen otras practicas o sucesos de sufrimiento personal que también pueden acercarnos según éstas filosofías. El sufrimiento moral, físico, la flagelación de ciertos colectivos sado-masoquistas, o incluso el sufrimiento de ciertos atletas abnegados, o la veneración y práctica militar a veces puede tener connotaciones espirituales para algunos. Lo que parece evidente, es que el hombre, ha justificado los baños de sangre por la religión durante miles de años, pero ese acercamiento es mas bien a un ser de las tinieblas.

Deporte o Religión


En los últimos 40 años se inicia una perdida de motivación para la práctica religiosa, de forma masiva en la población. El uso de la razón y el libre pensamiento, suscita en muchos "la duda", sobre la institución de la Iglesia Católica. Es el tiempo de una gran crisis a todos los niveles, que el hombre de hoy bandea como puede, agarrándose a lo más próximo, a lo material, y en última instancia a cualquier filosofía, que parezca sincera, divertida y cuanto más oriental mejor.

 De ésta forma comienza en los años 70 u 80 una andadura deportivo-esotérica en la que interviene una gran parte de la población, me atrevería a decir 100 veces superior a los practicantes religiosos, motivada por los telefilmes americanos de artes marciales, los Rocky, junto a la moda culturista de los 80, y las popularizadas maratones, sin olvidar las artes mentales del yoga, el tai chi, y todos sus ramificaciones o derivados. En ésta evolución del pensamiento popular, podemos observar centros como "Decathlon", como inmensos "templos" para la práctica deportiva con infinitas secciones, y modalidades de todos los deportes, gimnasios y macro-centros de fitnes, pilates, yoga, taichi, artes marciales, deportes al aire libre. No estábamos contentos con los maratones populares de los años ochenta, que hoy día corremos ya carreras de 100 kilómetros en un día (Madrid a Segovia en menos de 24 horas). Yo me pregunto ¿que nos está pasando? ¿que tipo de fiebre nos acecha? ¿se debe a un desequilibrio del ritmo moderno, o a la necesidad de entrar en contacto con la naturaleza?¿a la falta de una filosofía de respaldo?
A veces veo mentalmente una película en la que monjas y los monjes de una gran orden religiosa, se han transformado en atletas de un templo-gimnasio, casi budista, donde en vez de rezar, gritan sus mantras, ¡kia....!,¡om...! , o meditan etéreos en sus esterillas de yoga y tras sus rituales de conexión con el ser superior, disfrutan de los parabiénes que les regala "el buen combate". Pero claro, solo es un sueño, y después despierto pensando, qué lejos de la realidad occidental es esa visión místico-deportiva y qué próxima al consumismo. Pero por otra parte también la iglesia católica ha estado bañada a lo largo de su  historia de el acumulo de bienes, de un valor incalculable, pero sin entrar en consideraciones de carácter político, ha tenido y tiene, un buen trasfondo como la mayoría de las grandes religiones que buscan a Dios.

Filosofía en el camino de Santiago


Me causa una especial curiosidad y cierto malestar, conocer los deseos deportivos de la gente que para perder peso, o para el culto del músculo, o para su deporte de pelota favorito, practiquen sin saberlo una de las mayores fuentes espirituales que posee el hombre. El problema es la falta de una buena filosofía como trasfondo. Porque para superarnos en el conocimiento del propio cuerpo, bien lo saben los orientales, es necesaria la perseverancia y la paciencia, interiorizando las sensaciones y dejando fluir la verdadera energía que los grandes gurús bien saben utilizar.

Estudiosos sobre el camino de Santiago, nos recuerdan que los templos se crearon con la idea de que el peregrino los recorriera a pié, no existían los bancos de madera como hoy día. Las iglesias, centraban su iconografía, en aleccionar al hombre sobre la biblia, pero sobre todo, en la edad media, y etapa gótica, eran particularmente emotivos creando escenarios maravillosos que lograban convencer de lo divino a los simples mortales, adentrándose en la transmisión de los conceptos religiosos, a través de la  piedra.
Alrededor del año 1000 d. de C. eran años de guerras, pestes, y calamidades, los antiguos peregrinos recorrían los caminos, como hoy día en busca de algo mejor para sus vidas, viajando a otras tierras, con sus pertenecias, pero además, como objetivo de llegar a la tumba del apóstol. Eran millones de personas las que se desplazaban y muchas de ellas morían en el intento. Los caminos estaban llenos de peligros, y los robos eran algo habitual. Por aquellos tiempos, surgieron "los masones" grupo formado por constructores, pero de un tipo particular: eran comunicadores de las enseñanzas bíblicas. Se servían de una iconografía, adaptada a la mentalidad y cultura de la gente.

Prueba superada: has terminado tu camino ¿y ahora qué?


Cuando uno termina un camino y lo ha preparado previamente, tanto en lo físico como en lo mental, lo normal es que todo haya salido ¡genial! Es decir: si hacemos balance entre lo positivo y lo negativo, ampollas, dolores articulares, cansancio extremo, etc,  la balanza se inclina hacia el acumulo de experiencias gratificantes y satisfactorias, dando de lado a las dolorosas.
Experimentamos un gran orgullo por habernos superado, y una emoción inmensa por haber atravesado una de las rutas espirituales más importantes del mundo: "El camino de santiago".

El hecho de conseguir "tu compostelana" es solo un insignificante detalle, que uno tendrá para recordar lugares y  fechas de realización. También es un control que llevan los amigos del camino de santiago, para poder perfeccionar la ruta jacobea. La verdadera "compostela" como lo fue desde hace dos mil años, es algún objeto que te transporte a tierras del camino, que te vincule con la peregrinación. Un palo, una piedra, una concha, un hueso, una hoja roja, una calabaza, una imagen de naturaleza especial.

Es normal que al igual que con las vacaciones sientas la depre post-vacacional, pero solo hay que cerrar los ojos y dejar volar la imaginación, para recordar cada sonido del viento, cada idioma, cada espacio, cada paraje espectacular, cada persona o personaje que has conocido.
¿y ahora que? Cuando has encontrado tu ritmo, y has podido disfrutar de tus etapas, y has conseguido llegar a Santiago. Ahora te espera lo mejor, tu camino interior se ha desarrollado, tu energía física está hiper-desarrollada, y es posible que sientas la necesidad de seguir andando, puedes hacerlo para mitigar el exceso de vitalidad, y mejorar tu vida.

A nivel esotérico o espiritual, nunca sabes el color de la papeleta que te va a tocar, ni el destino que surgirá cuando has puesto toda la carne en el asador. Si has sabido elegir y pedir con todas tus fuerzas, con todo tu corazón y con toda tu alma, solo te queda esperar que el camino derrame su magia. 

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